2020
Prom. inmo. Maratarraña
2230 m2 interior + 9390 m2 exterior
Monroyo (Teruel). España
Edra Arquitectura Km0
Equipo
Àngels Castellarnau Visús (dirección, arquitectura, proyectos y dirección de obra)
Patricia Jiménez Oliver (jefa de proyectos)
Fernando Calavera (proyectos y dirección de obra de ingeniería)
Fernando de Marcos (dirección de ejecución)
José miguel Sanz (dirección e ejecución)
Elena Hernando (gestión compras)
Sara Fernández (interiorismo)
Xavier d’Arquer – Doblestudio (fotografía)
Avelina Bellostas –H2O (consultoría ambiental)
Pendiente
Un hotel ecológico, eficiente y de bajo impacto ambiental ligado al territorio
Masía o mas (en Catalunya y Aragón, tierras del Ebro del sureste español): Explotación agraria tradicional con tierra, edificios agrícolas y residencia. El término deriva del latín mansus que significa permanecer. La masía tiene carácter identitario del territorio, con funcionamiento autónomo y sostenible; integrada en el paisaje, se abastece de él sin generar impacto, de forma ecológica, equilibrada y duradera en el tiempo.
La intervención consiste en la rehabilitación y ampliación de una masía del s. XVII ‘Torre del Marqués’ en Monroyo, Matarranya, Teruel; para adaptarla a uso de Hotel 5*.
Se aplican estrategias de descarbonización tanto en la fase de construcción del edificio como en la fase de uso. Como en la tradicional, la nueva masía, al final de su vida útil reintegrará sus materiales directamente en la naturaleza. Para conseguir este cierre del ciclo de recursos, el 90% del peso de materiales de construcción utilizados son km0.
La ampliación se hace en Tapia (recuperando esta técnica constructiva tradicional local a base de tierra compactada).
Una selección consciente de materiales y artesanos, nos lleva a revocar los paramentos interiores con arcilla local, a resolver los pavimentos en yeso de Albarracín o con piezas artesanales cerámicas, y a reutilizar y reforzar la estructura de madera existente. Se seleccionan con criterios de cercanía la nueva madera, la cal, el cáñamo, y el aislamiento de algodón. Y se integra a los artesanos locales ceramista, herrera, carpintero para la fabricación de los distintos elementos. Esta estrategia desemboca en un potente proyecto de economía circular.
Desarrollamos una arquitectura sostenible , de máxima eficiencia energética y de muy bajo impacto ambiental o descarbonizada. Un análisis de ciclo de vida (ACV) demuestra que el impacto ambiental derivado de la rehabilitación y ampliación del edificio es un 60% menor que el de una intervención convencional. Del 40% restante, el 20% corresponde al impacto generado por las instalaciones, por lo que la huella ecológica de la intervención arquitectónica, al margen de las instalaciones, es extremadamente baja.
Para la reducción de la demanda energética se diseña un minucioso comportamiento bioclimático que aprovecha la energía solar para calentar el edificio en invierno. Para ello trabajamos mediante el superaislamiento interior del volumen original aportando inercia térmica en sus paramentos i los suelos . Así mismo se potencia la inercia térmica mediante la técnica de los muros masivos de tapia de tierra local y paja de cebada de la propia finca en la ampliación del edificio. La fachada sur del edificio cuenta con grandes aperturas acristaladas que funcionan como un súper captador solar y se inserta un hall invernadero en el espacio intermedio entre edificios que permite captar la energía del sol, almacenarla en los uros masivos de piedra del edificio y recircularlo por el interior del edifico reduciendo drásticamente la demanda energética del hotel.
Las estrategias pasivas en invierno permiten la reducción de la demanda energética del edificio. La energía que accede al edificio se almacena en paramentos de gran inercia térmica y se redistribuye por le interior de las estancias generando espacios de muy buen comportamiento térmico.
La tapia es una técnica tradicional de construcción en tierra que permite la construcción de grandes muros estructurales que tienen un óptimo funcionamiento bioclimático. Recuperamos esta técnica constructiva y la modernizamos y tecnificamos para hacerla competitiva y eficiente frente a las solicitudes contemporáneas de manera que convertimos esta técnica del pasado en una opción ecológica de futuro.
Estos muros además de tener una textura amable y confortable permiten dotar al edificio de un fuerte valor identitario ligado a la tradición constructiva local a la vez que resuelven el edificio apostando por una extremadamente baja huella de carbono. Estas estrategias hacen del edificio un edificio NZEB (near zero energy building) no solo haciendo un edificio de consumo casi nulo sino que además haciendo un edificio descarbonizado es decir con una muy baja huella de carbono en las fases de producción de materiales y demolición al final de la vida útil del edificio.
En el plano agronómico la intervención consiste en la reactivación de los cultivos (almendro, olivo, vid y bosque). Se inicia una gestión forestal con aprovechamiento maderero para la producción de astilla. La nueva masía, como la tradicional, gestiona su entorno para producir la energía que necesita. Un sistema de acequias y balsas recoge y recircula el agua de lluvia para regar.
El ACS para dar servicio al edificio (hotel / spa /restaurante/vivienda de empleados) se produce mediante una instalación de district heating de biomasa alimentada por la astilla de la finca.
Siguiendo con esta la estrategia de autogeneración de energía para el auto abastecimiento. Se ha instalado una planta fotovoltaica de 100kw de potencia, en la cubierta de la pérgola del aparcamiento. El balance anual de energía del edificio genera excedente.
Desarrollamos una arquitectura que permanece, que se suma a la preexistencia dando continuidad formal y material, con respeto por la cultura constructiva local pero sin prejuicio por la innovación y la reducción del impacto ambiental.
La arcilla, el yeso, la piedra y la madera, la paja, el cáñamo y la luz son los materiales que modelan los espacios del edificio. Estos espacios saludables, libres de aditivos y toxicidad permiten al usuario reconectarse y percibir la arquitectura a través de todos los sentidos.
La edificación vernácula del siglo XXI, reconoce lo bello de lo natural y lo saludable, practica la estética ética y que crea identidad.
Este edificio ha sido galardonado con diferentes premios de arquitectura contemporánea.
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