Gillué es un pequeño pueblo deshabitado del valle de la Guarguera, un espacio natural exuberante y prácticamente despoblado del pirineo Aragonés. El proyecto de Hotel surge de la voluntad de su propietario de cambiar de una vida urbana a una vida rural. Dotando a este lugar “perdido“ de un equipamiento que permita alojar a huéspedes y compartir con ellos la paz y el paisaje de su entorno transmitiéndoles que hay otra forma de vida posible más en sintonía con la naturaleza.