Prueba

Un edificio municipal se rehabilita para albergar un centro de día para personas de la tercera edad.

El volumen original se amplía en altura con la creación de una segunda planta, manteniendo la estructura existente y demoliendo únicamente la cubierta de tabiquillos.

Se opta por una distribución donde los espacios “de servicio” (aseos, vestuario, escalera, elevador y almacén) se ubican en la zona de la parcela más estrecha, reservando la zona más ancha y de proporción más cuadrada para los espacios “servidos” (sala polivalente/estancia de día y el comedor).

El acceso se mantiene en la fachada sur, que se perfora con huecos “desordenados” de diversos tamaños. Al ubicar la escalera junto a la entrada, se crea así un espacio con doble altura, que da más amplitud al espacio de vestíbulo y permite una mayor profundidad de la entrada de luz natural. Las ventanas con esta orientación cuentan con celosías fijas de lamas de acero para el control solar.

Alegres juegos con el color y la iluminación van llevando y conduciendo los usuarios hacia las estancias principales del centro. Unas cortinas en la sala polivalente hacen posible la subdivisión del espacio en salas más pequeñas dando más versatilidad de uso al edificio.