Particular
2016
250 m2
Edra Arquitectura Km0
Gistaín (Huesca), España
Que la madera se cortaba con la luna para asegurar su larga vida sin tratamientos ulteriores. Que ésta se secaba, transformaba y mecanizaba para poder usarla en las edificaciones de los mismos valles y del llano inmediato.
Tal vez ya no se transportaba por los ríos…
Que de sus ovejas se cosechaba lana, que limpia y tratada servía para aislar los edificios evitando utilizar productos derivados del petróleo.
Y de repente despertamos y estábamos inmersos es este fascinante proyecto:
En Gistaín, en el valle de Chistau , con madera del Pirineo , gestionada, manipulada y prefabricada en el pirineo por la familia de madereros Sebastià de Rialp, montada por la familia de constructores Bruned de Gistaín, energéticamente eficiente gracias a su arquitectura solar pasiva, southface y material local a tope!
…y piedra, madera, lana de oveja….
Pura «arquitectura lowtech de montaña» , pura «Edra cultura y natura»!!!
La intervención en este medio natural se basa en un enfoque respetuoso hacia la gestión tradicional del entorno. Inspirados por la arquitectura vernácula, se busca una solución contemporánea que respete la relación orgánica entre la sociedad preindustrial y su entorno, utilizando materiales locales y técnicas de bajo impacto ambiental.
En este contexto de alta montaña (1400m), el valle ha mantenido una tradición agrícola y ganadera que también incluye una gestión forestal sostenible. La arquitectura local se caracteriza por muros de piedra caliza y cubiertas de pizarra, adaptándose a las condiciones del terreno y clima.
La borda en cuestión se sitúa en una parcela aterrazada, con un prisma rectangular orientado al sur. La intervención consiste en vaciar la estructura existente para construir una «caja de madera del Pirineo súper aislada» dentro de la envolvente original. Esta solución preserva la arquitectura local y mejora su eficiencia energética, mientras que una gran apertura al sur optimiza la captación de luz y calor.
El diseño se basa en principios bioclimáticos, minimizando la demanda energética con una calefacción eficiente y ventilación natural. Los espacios principales se orientan al sur para maximizar la luz y calor natural, mientras que las estancias menos frecuentadas actúan como tampones térmicos en el norte.
Se optimiza la luz solar en invierno y se controla su acceso en verano con contraventanas. La radiación solar se utiliza para calentar el pavimento de hormigón, que actúa como masa térmica, reduciendo la necesidad de calefacción adicional.
La ventilación cruzada se aprovecha para refrescar el interior en verano, mientras que en invierno se utiliza un sistema de recuperación de calor para minimizar pérdidas. El aislamiento interior con fibra de madera y lana de oveja asegura un comportamiento térmico óptimo.
Se eligen materiales locales de bajo impacto ambiental, como madera de proximidad y lana de oveja, reduciendo emisiones y apoyando la economía local. La obra es ejecutada por constructores locales familiarizados con las técnicas tradicionales.
La selección de materiales y técnicas constructivas se ha realizado con el objetivo de minimizar las emisiones de CO2. Se ha evitado el uso de plásticos y se ha optado por aislamientos naturales, logrando una cuantificación total de emisiones de 84,233 kg de CO2 equivalente.